En la Sesión de Compañía Nº 12, efectuada el 28 de Octubre de 1954, el Director de esa época Sr. León Kleinkopf informaba que había cerrado una operación con el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, que le permitió adquirir en un millón de pesos el carro bomba marca REO, modelo 1942, con cuerpo de bomba marca American Marsch, rendimiento de 400 galones por minuto, de dos etapas en serie, una de volúmen y la otra de presión, que en esa época prestaba servicios en la Primera Compañía de Bomberos de Ñuñoa.
Esta compra fue posible debido a que el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa no podía quedarse atrás en la evolución que el trabajo Bomberil venía experimentando y para ello la Primera Compañía estaba en campaña para adquirir un nuevo carro bomba de mayor rendimiento, con estanque, alta presión, entre otros. Con la venta del carro REO se financiaba gran parte del valor del moderno carro Mercedes Benz encargado a Alemania.
En las condiciones del contrato se estipulaba que la entrega del carro debería ser hecha en un plazo de ocho meses, o antes, dependiendo de la fecha en que la Primera recibiera su nuevo carro. Sin embargo el carro Reo quedaba desde ese momento a disposición de la Quinta, para que realizara los ejercicios necesarios para la preparación de su personal, y para trabajar en los incendios conjuntamente con la Primera Compañía, desde el momento que el personal de la Quinta rindiera la prueba de suficiencia exigida por el Cuerpo.
El 5 de Agosto de 1955 el carro Reo es entregado a la Quinta, y el 3 de Septiembre de 1956 hizo su entrada definitiva a la sala de máquinas del recientemente terminado cuartel provisorio.
Es necesario destacar que durante los 13 años que el carro Reo prestó sus servicios en la Quinta, nunca tuvo un accidente, lo que se debió a la buena manutención y excelentes condiciones de servicio en que siempre lo mantuvieron los maquinistas de la Compañía, como también a la acertada conducción y conocimientos del que fuera su conductor durante la casi totalidad de sus servicios en la Quinta, el cuartelero Sr. Manuel García.
La ley ineludible de la vida y el progreso hicieron que este querido carro Reo fuese retirado del servicio por Orden del Día Nº 26 del 22 de Noviembre de 1968, para dar paso al carro Ford, de una tecnología más desarrollada y con mayor capacidad de trabajo.
Después de ser dado de baja, el carro Reo pasó a prestar sus servicios en el Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, donde luego de operar por varios años quedó definitivamente fuera de uso como consecuencia de aproximadamente 35 años de intenso trabajo. Años más tarde, una comisión de voluntarios de la Quinta se dirigieron al lugar de abandono del carro Reo, con el objeto de recuperarlo y darle una nueva vida. Es así como luego de transportarlo de regreso a Santiago, y posterior a meses de reparación, el carro volvió a rugir el motor del carro Reo, quedando establecido como carro reliquia de «Bomba Israel», ocupando hasta el día de hoy una ubicación privilegiada en el cuartel.